Talidomida, la molécula zurda

El 1956, el principio activo Talidomida, bajo distintos nombres comerciales, fue lanzado al mercado como un potente antiemético y sedante en Europa, Canadá y Japón, ideal para combatir el insomnio, la ansiedad y los vómitos que acompañaban al embarazo. Todo parecía ir bien hasta que, comenzaron a darse casos de focomelia (malformación de las extremidades superiores que se detecta por ausencia de la mayor parte del brazo y manos en forma de aleta), en niños cuyas madres habían consumido este fármaco durante el primer trimestre de la gestación. En 1962 fue retirada del mercado tras las drásticas consecuencias provocadas. Se contabilizaron cerca de 10.000 afectados, de lo cuales aproximadamente un 15% falleció tras el nacimiento.


Muchos principios activos son moléculas quirales, luego se pueden distinguir sus enantiómeros. Éstos presentan las mismas propiedades físicas a excepción de la desviación del plano de luz polarizada, pero pueden llegar a tener distinta actividad biológica. Esto ocurre cuando el receptor con el que interaccionan también presenta quiralidad, y puede distinguir entre las dos imágenes especulares (Imagina que quieres colocarte un guante con un dibujo, para que quede hacia arriba tienes que ponerte el que corresponde a cada mano).

La quiralidad consiste en la imposibilidad de superponer dos imágenes especulares de un mismo compuesto, que se denominan enantiómeros (Un ejemplo claro lo constituyen nuestras manos: pon una al lado de la otra y piensa que hay un espejo en medio de ellas. Haz la prueba con un espejo poniendo tu mano derecha en la misma posición y comprueba que es como si tu mano izquierda estuviera al otro lado. Ahora intenta poner una encima de la otra: Eso es la quiralidad: no pueden superponerse).

El efecto teratogénico (según la OMS, "los efectos adversos morfológicos, bioquímicos o de la conducta causados durante la vida fetal y detectados en el momento del parto o más tardíamente") de la talidomida podría explicarse por la inhibición en la formación de nuevos vasos sanguíneos durante el desarrollo embrionario de las extremidades. La talidomida inhibe la angiogénesis (proceso por el que los organismos producen vasos sanguíneos nuevos).



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