LA
MICROSCOPÍA:
HERRAMIENTA PARA
ESTUDIAR CÉLULAS Y TEJIDOS
Para que los objetos puedan ser visualizados es necesario contar con
dos elementos fundamentales; uno de ellos es la luz, que permite destacar
las características propias del objeto, su forma, color y movimiento.
El otro elemento indispensable es el ojo o instrumento óptico
que posee fotorreceptores capaces de captar las características
de los objetos mencionadas anteriormente.
El ser humano está dotado de dos globos oculares y su uso permite la visión binocular, que consiste en
la capacidad de integrar en una sola imagen las imágenes procedentes
de cada ojo y de esta manera, se reconocen y se localizan en el espacio
los objetos del mundo exterior.
Einstein,
en el año 1905, explicó el efecto fotoeléctrico
y lo hizo postulando la existencia de cuantos de luz con propiedades
de partículas. El fotón (término acuñado
más tarde) fue llamado originalmente cuanto de luz (en alemán:
das Lichtquant). El nombre fotón proviene de la palabra griega phôs que significa luz y fue empleado en 1926 por el físico
Gilbert N. Lewis.
Planck estudió como
se producía la radiación desde un cuerpo incandescente
y explicó que los átomos que componen dicho cuerpo, cuando
liberaban energía en forma de radiación, no lo hacían
en forma continua, sino en pequeños bloques a los que él
denominó cuantos de energía.
Globo
ocular:
Es un órgano sensorial receptor del aparato
de la visión. Posee elementos transparentes (la córnea
y el cristalino) que capturan y enfocan la luz hacia la capa más
interna del ojo (la retina) donde se localizan células especializadas
denominadas fotorreceptores, capaces de detectar la intensidad y el
color de la luz. La luz que llega a la retina se convierte en señales
nerviosas que son transmitidas al cerebro a través del nervio
óptico.
LA IMAGEN:
Aumento
El microscopio
compuesto aumenta en dos etapas y puesto que una sola lente no es suficiente
se deben colocar varias lentes una detrás de la otra, potenciando
de esta manera el poder de aumento. El primer juego de lentes, cercano
al objeto en estudio, se denomina objetivo y el segundo juego, cercano
al ojo del observador se denomina ocular. Cada sistema de lentes
es capaz de producir una imagen aumentada cuyo valor se enuncia con
la letra x, así que 10x significa que la imagen está aumentada
10 veces.
Para conocer
en el microscopio compuesto el aumento definitivo de una imagen se aplica
la siguiente fórmula:
AUMENTO
TOTAL: Aumento del objetivo x Aumento del ocular
El poder
de aumento de un sistema óptico tiene sus límites y el
aumentar las imágenes acarrea pérdida de información
o detalles del objeto estudiado. Esto puede ser resuelto mediante otro
principio: La resolución.
Con el microscopio
compuesto clásico es posible alcanzar un aumento máximo
de 1000x. Esta limitación ha sido resuelta empleando un haz de
electrones en lugar de un rayo de luz visible, y se abrió así
una nueva era con la microscopía electrónica aplicada
al estudio morfológico.
Resolución
Es la capacidad
que tiene un sistema óptico de aislar dos puntos que se encuentran
muy próximos entre sí, de manera que se puedan ver individualizados
uno del otro. La riqueza de detalles que puede ser observada al
microscopio depende de la habilidad de este para hacer que los puntos
del objeto que están muy cercanos aparezcan en la imagen como
puntos separados. Mientras más corta sea la distancia entre esos
puntos del objeto, más finos serán los detalles. La distancia
entre esos dos puntos se conoce como Límite de Resolución,
el cual es también referido como el Poder de Resolución
y puede ser utilizada como un indicador del rendimiento del microscopio.
Esto se puede comparar vagamente con algunos aspectos de la informática,
el tamaño del pixel por ejemplo; mientras más pequeño
sea el tamaño, mayor será la cantidad de detalles de la
imagen digital.
Límites de Resolución aproximados de algunos sistemas
ópticos:
• Ojo humano: 0,2 mm.
• Microscopio Fotónico: 0,2 µm.
• Microscopio electrónico: 0,2 nm.
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